A 530 años de resistencia indígena, seguimos resistiendo..

Cada 12 de octubre nos obliga a los venezolanos y a los latinoamericanos a vernos en los umbrales de la historia, y a ver un momento hacia nuestro pasado sin perder la visión en el futuro y sin dejar de vivir el presente.

Una fecha en la que nos detenemos para recordar a nuestros hermanos que en una lucha desigual defendieron esta tierra contra el coloniaje español.

Una lucha que no había sido reconocida en su correcta dimensión hasta que llegó el Comandante Hugo Chávez, y un 12 de octubre, pero de 2002, propone en sus primeros meses de gobierno cambiar el nombre de esta festividad de “día de la raza” a Día de la Resistencia Indígena.

Haciendo honor a la inmensidad de lenguas, culturas, tradiciones e identidad que coexisten en nuestro país, y en nuestra primogénita del continente, que no se queda atrás y que decide también rendirle su merecido día a los pueblos Chaimas, Warao y Guaquerí, quienes habitaron esta región que hoy llamamos Sucre.

Esos pueblos y sus vivencias son recordadas inclusive por el gobernador Gilberto Pinto, cuando relata la historia del cacique Guaicaipuro y el Cacique Maragüey: «El cacique Maragüey en las costas cumanesas y el cacique Guaicaipuro en la zona central, quien logró la organización entre las tribus del Caribe, enfrentando a los españoles en el periodo comprendido entre los años 1555 y 1568. Reconociéndose históricamente su hazaña, ingresando así en el año 2001 sus restos simbólicos al Panteón Nacional, siendo la primera vez que a un representante de nuestros pueblos indígenas se le rinde tal honor».

Un Panteón Nacional en el que fue reconocido por sus obras un rebelde indígena, acción que representa un reconocimiento histórico a todos los pueblos diezmados durante el coloniaje. Sin embargo, esa lucha no se detuvo ahí. Hoy, 528 años después se cumple la profecía del padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar, cuando expresa: «Los Estados Unidos de América parecen destinados por la providencia a apagar la América de miserias a nombre de la libertad».

Hoy vivimos un bloqueo criminal que azota nuestras costas y nos quita el derecho a vender y comercializar nuestros productos.

Hoy vemos cómo la derecha intenta sin éxito convencer a nuestro pueblo de lo inútil, que para ellos es la revolución bolivariana.

Tal como lo hicieron los españoles con la cruz y la espada, los cuales como decía el poema de Eduardo Galeano: «ellos llegaron con la biblia y nosotros teníamos las tierras nos pidieron que cerráramos los ojos y oremos, y cuando los abrimos ellos tenían la tierra y nosotros la biblia».

Hoy como antes, ellos siguen en su afán de dominarnos y nosotros en nuestro deseo de ser libres. Hoy como antes seguimos resistiendo porque en la resistencia está la libertad de los pueblos de América.